domingo, 19 de octubre de 2014

Divorcio entre cultura general y DIF Estatal. Tendenciosas manifestaciones en contra de la dignidad humana
por Buenaventura Sabat

Que la homosexualidad sea una enfermedad que gracias a dios es curable, no tendría mayor significado que ése. Es una enfermedad que, gracias a dios, es curable.
          Sin embargo, en palabras de la Presidenta del DIF Estatal Durango, retumba y hace que las neuronas trabajen a miles de revoluciones por segundo. ¿Qué fue lo que dijo? ¿De dónde obtuvo la información? ¿Es acaso el DSM-V particular su guía práctica para determinar las enfermedades  y su tratamiento?
          De lo que estamos seguros es que esta señora posee una magnífica gama de prejuicios y contrariedades totalmente imbuidos, fomentados y jamás analizados.
No quisiera pensar quién está detrás de ese pensamiento retrógrado y torcido que todo lo ve en función de la minimización de la persona y de la exclusión social. Salta a la vista y al más puro entender cotidiano.
          Lo normal para esa señora de ideas retorcidas es lo que a ella le parece que debe ser y que lo demás muera por sí o por ayudas incultas, impreparadas pero, eso sí, de comportamientos crotálicos que buscan únicamente el beneficio personal.
          Lo correcto es que a esta dama le asesoren adecuadamente antes de que continúe profiriendo obscenidades racionales que se antojan inquisitoriales en detrimento de la dignidad humana.
          Afortunadamente las voces ya se levantaron a nivel nacional.
Resta contratar verdaderos asesores que le indiquen el camino a seguir ya que ha manifestado un alto grado de desinformación y de errores que si fuese otra persona pasarían por alto. Incultura.
        Afortunadamente los tiempos terminan. Aunque pensando bien, las cosas no siempre cambian para mejorar, lo hemos sufrido.